22 febrero 2010

AL MAL TIEMPO, BUENA CARA.-

La jornada empezó muy mal; aproximadamente a las 15,00 horas del día viernes pasado, oportunidad en que nos encontramos, advertimos que se avecinaba una fuerte tormenta. Así las cosas, no era "La Mora" el lugar indicado para asar el "lechonchito".
Consecuentemente, decidimos trasladarnos hasta la residencia de Don Antonio Scinto - cuenta con un excelente quincho -, a fin de poder asar el animal con comodidad.
De inmediato, aún antes de contar con las brasas suficientes, colocamos "el bicho" sobre "los fierros".-
En la siguiente fotografía puede advertirse la comodidad que brindaba el lugar.-
Muy rapido, la picada estaba lista.-
Contemporáneamente, "el lechonchito" ya se calentaba, previamente bañado con salmuera, tapado con diarios.-
Afuera, un vehemente temporal.-
Adentro, el animal se asaba normalmente.-
Afuera, el temporal mostraba su violencia.-
Adentro, todo normal.-
Afuera, siendo las 17,10 horas, diluviaba.-
Adentro, el dueño de casa controlaba la evolución del asado.-
Afuera, más consecuencias del temporal.-
Adentro, comenzabamos a dorar unos pimientos en aceite de oliva.-
Por otro lado, dabamos vuelta "el lechonchito" y agregabamos los chorizos.-
Así quedaron los pimientos. ¿Opinión?.-
En un disco, paralelamente, dorabamos berenjenas y ajo en aceite de oliva.-
El bicho, ya estaba; bastó que lo levantaramos desde los cuartos traseros para que evidenciara que se quebraba sólo. Claro, ya habían desaparecido algunos chorizos.-
Una de las ensaladas, aún sin condimentar.-
Medio animal, en la madera, listo para ser trozado.-
Las otras ensaladas.-
Al fin, llegó el momento de saborear el animalito.-
Después, el momento de los regalos a quienes habían cumplido años; en la fotografía, Don Horacio Riselli.-
En la fotografía siguiente, el otro agasajado; Don Antonio Scinto.-
Presten atención: ¡Cómo habrá comido Don Hugo Passi, que se le gastó el cuchillo!.-
Después, lo dulce y el "champagnito".-
Por último, el brindis final.-
Se trató de una jornada que se caracterizó por la ocurrencia de un fuerte temporal, con importantes consecuencias; claro, no para "Los Enemigos de la Vaca".-

2 comentarios:

  1. ¡Que placer leer lo que esribe Don Juan Asador
    y las fotos que acompañan su relato!... Es una novela pero acá el romance siempre lo interpreta algún animal 'desorientado' que fue al encuentro de un enemigo y... termina en este caso en la parrilla de Don Antonio Scinto. El paso a paso entre la tormenta desatada, la picadita... y el lechoncito, sigo diciendo... ¡no se mueran nunca! Argentina (una fiel seguidora)

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  2. victor manuel Blanco Gijón23 de febrero de 2010, 14:32

    Queridos Amigos Pedazo de lechón!... Felicidades a los homenajeados!. Así a la parrilla, creo que hay pocos bocados que se le puedan igualar (alguna mollejita de corazón quizá! o cuando quiere el carnicero mi querida "enemiga" la colita de cuadril!. Personalmente me gusta más a la parrilla, cuando sale bueno, que en horno de leña, aunque decir eso en España es pecado mortal!.
    Ya estoy ultimando las fechas de mi viaje. No sé si les he dicho que cometo el "terrible error" de casarme próximo 20 de Marzo!jajaja. Lo más seguro es que el 23 esté volando para Buenos Aires!.

    Eso sí!!, como caiga una sola gota del cielo, cojo el primer avión (o mejor dicho! agarro) y me vuelvo para acá... jajajaj!!!!, la lluvia siempre es una bendición, pero es que llevo 4 meses sin ver el sol, lloviendo sin parar un solo día!...

    Bueno señores!, nos vamos hablando y cuando sepa mas respecto del viaje les voy comentando!!

    Arriba los enemigos de la vaca!!!

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HE AQUÍ, MEDIANTE LA PRESENTACIÓN QUE INCONTROVERTIBLEMENTE MERECEN, "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

ALGUNAS PREFERENCIAS DE "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

HISTORIA DEL BRINDIS.-

Según el diccionario de la Real Academia Española el término brindis significa: (Del aleman "bring dir's", yo te lo ofrezco).
1. Acción de brindar con vino o licor.
2. Palabras que se dicen al brindar.
El origen del término se remonta al siglo XVI, y tiene como motivo la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre su oponente.
Según relatan los historiadores, el lunes 6 de Mayo de 1.527, las tropas de Carlos V toman de forma victoriosa Roma y la saquean. El saqueo fue algo imprevisto. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador, convencerá a su interlocutor, el Arcediano del Viso, testigo del saqueo, de que el Emperador ninguna culpa tuvo en ello y de cómo Dios lo permitió por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase anteriormente citada: "bring dir's", yo te lo ofrezco. Este hecho, ha dado lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Pero como en todas las historias, hay otras versiones que adelantan mucho más, en el tiempo, los orígenes de los brindis.
Estos lo sitúan en tiempos de los griegos, y tiene que ver con la muestra de confianza que el anfitrión ofrecía a sus invitados. En los grandes banquetes y convites que los más pudientes organizaban para su deleite o en honor de alguien, los criados servían en las copas a todos los invitados y el anfitrión alzaba su copa y tomaba un trago, como señal de que aquella bebida era buena y no tenía veneno alguno. Por aquel entonces, la mejor forma de eliminar a los enemigos era envevenar la bebida.
En todo brindis se plantea la cuestión sobre chocar o no las copas. Aunque es suficiente con hacer el gesto hacia el resto de los comensales, alzando levemente la copa, hay muchas veces que nos gusta el choque de nuestras copas con la de los vecinos de mesa. Lo más correcto es no hacerlo.
Pero chocar las copas también tiene su origen. Uno de los más avalados por la historia, es que el choque de las copas tenía la función de "salpicar" y mezclar el contenido de ambas copas, sobre todo entre los monarcas y los nobles, que utilizaban estos métodos para eliminar rivales, para demostrar que no se ofrecía ningún tipo de bebida envenenada. Así, si cualquiera de ambas bebidas contenía veneno, este quedaría repartido en ambas copas. Como vemos, entra de nuevo en juego una cuestión de confianza y muestra de amistad en el rito de chocar las copas.
Otra de las versiones, indica como origen las sociedades romana y griega, donde eran habituales los grandes banquetes y fiestas. Era tal la magnitud de aquellas fiestas, que los comensales solían levantar y golpear sus copas para llamar la atención de los sirvientes y para que les sirvieran de nuevo más bebida.
Esta costumbre pasó al brindis, con que se golpeaban las copas para llamar la atención del resto de comensales para hacer el brindis.
Es costumbre también a la hora de brindar decir alguna palabra o expresión como salud, cheers, proischt, saude, salute, santé, etc.

HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

Corrían los primeros años de la década del 90, cuando un grupo de amigos, residentes en San Antonio de Padua, Partido de Merlo, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, al finalizar un torneo de "paddle tennis", decidieron organizar un asado.
Por cierto, como verán, el asado resultaría inolvidable.
Fue durante los postres cuando alguien formuló una pregunta:
¿Qué pasaría si, tal como está sucediendo, las vacas, que son aproximadamente cincuenta y dos millones, se siguen reproduciendo más rápido que el crecimiento de la sociedad argentina que, a la fecha, no supera los veintisiete millones de habitantes?
Muchas fueron las respuestas, advirtiéndose que el consumo de vino se hacía notar.
Así, otro reflexionó ¡Ustedes hablan de las vacas y nada dicen de los corderos, los cabritos, los lechones, los pollos, los pavos, y todo lo que anda por ahi! ¡El problema será mucho más grave, y mucho antes, de lo que Uds. vaticinan!
¡Atención viejo, y los peces, los mariscos, todo lo del mar! espetó otro.
¡Estamos en peligro, lo único que queda es comerlos! dijo el que, quizás, menos había hablado hasta el momento.
De allí, hasta la propuesta y acuerdo de organizarse y acometer la tarea, pasaron escasos minutos.
¡Debemos empezar cuanto antes! dijo uno.
¡Mañana sabado! contestó otro.
Bien, he allí, aunque cueste creerlo, el evento que excitó la conformación de la Asociación "Los enemigos de la vaca", denominación que fue asignada porque la primer tarea fue "dar cuenta" de un costillar vacuno.