27 marzo 2010

POR FIN, NOS ENCONTRAMOS CON NUESTRO AMIGO ESPAÑOL, DON VICTOR MANUEL BLANCO GIJÓN.-

Tal como habíamos acordado, siendo la 08,00 horas del día de la fecha, fuimos a buscar a Victor Manuel, y a un familiar (Gustavo), a fin de trasladarnos hasta el Country Cardenal del Monte, en General Rodriguez, Provincia de Buenos Aires.
El día no se presentaba muy "argentino" - estaba nublado y, en algunos momentos, se producía una muy tenue llovizna -: No obstante ello, iniciamos el viaje; debíamos recorrer unos cincuenta kilometros.
Promediando el viaje, paramos a comprar la carne y, acto seguido, continuamos el recorrido del itinerario que restaba.
Así, llegamos al lugar donde pasaríamos la jornada - en la fotografía siguiente, Gustavo (familiar de Victor Manuel), Victor Manuel y el dueño de casa, Hector Hurtado -.
Ya iniciado el fuego, una nueva fotografía - Hector Hurtado, "Juán Asador Magistral" y Victor Manuel Blanco Gijón -.
En la fotografía siguiente puede verse la parrilla ya cargada - chorizos, chinchulines, riñones, mollejas, dos planchas de asado de tira y un pechito de cerdo con manta -.
A los pocos minutos llegaron los hermanos Scinto - Mario y Antonio -, motivo suficiente para documentar tal hecho con una nueva fotografía.-
Siendo las 11,30 horas, una picada se presentaba idónea para engañar al estomago - morcilla casera, salame de campo, una cremon y bizcochos de queso -; claro, con un buen vino.
¡Por lo que se ve, mal no lo estaban pasando! Mientras, el día mejoraba paulatinamente.-
A los pocos minutos, la picada evidenció una sustancial reposición.-
Contemporáneamente, el asado evolucionaba normalmente.-¡¡¡Salud Victor Manuel!!!
Con el entorno del Country, Victor Manuel con Mario Scinto.-
En la siguiente fotografía, Antonio Scinto, Gustavo y Victor Manuel.-
En la próxima, Antonio Scinto, Victor Manuel y "Juan Asador Magistral".-
¡Por lo que se ve, ya era momento de dar vuelta el asado!
De inmediato, así ocurrió.-
¡¡¡Hummm!!!
¿No esta mucho junto a la parrilla?
¡Claro, era de suponer, se le quedó pegado un trozo de pechito de cerdo con manta!
Como consecuencia de la orden emitida por Don "Juan Asador Magistral", en forma vehemente, cada uno ocupó su lugar en la mesa, siendo atacadas las ensaladas - una de lechuga y tomate y, la otra, de radicheta -.
Acto seguido, llegaron los chorizos.-
Así fue que, todos, absolutamente todos, perdieron la locuocidad hasta ese momento evidenciada.-
Seguidamente, llegaron los chinchulines, el riñón y las mollejas.-
Aunque parezca lo contrario, el silenció continuaba.-
¡¡¡Bueno, fiera!!!
De inmediato, llegó el pechito de cerdo con manta.-
¿Me parece, o no le importa nada lo que acontece en el planeta?
Más pechito de cerdo con manta.-
¡¡¡Bueno, tranquilo Horacito!!!
Después, asado de tira.-
¡¡¡Ehhh, Victor Manuel, pará!!!
Y si, después de dar cuenta de unos buenos helados, si no salíamos a caminar, el día podía terminar en una tragedia - en la fotografía el grupo completo junto a la piscina del Country -.-
Aunque no sea creído, nos encontramos en la obligación de hacer conocer a nuestros amigos, que Victor Manuel requería volver a la casa a fin de continuar con el combate.-
Volvimos y nos esperaba una Rosca de Pascuas.-
Con el infaltable "champagnito", por supuesto.-
Claro, un par de botellas no fueron suficientes.-
¡Que preciosura!
Lo que faltaba, llegó el momento de los cuentos - en la fotografía, Don Horacio Riselli -.-
¡Bueno Victor Manuel, ya eres un nuevo embajador de "Los Enemigos de la Vaca" en España! - en la fotografía luego de recibir el brindis oficial de la entidad, grabado en madera -.-
Según afirmó, el brindis grabado en madera va directo a su finca, lugar donde, ni bien llegue, agasajará a sus amigos .-
Finalmente, el grupo, momentos antes de la despedida, claro, previo acordar la realización de un nuevo evento gastrónomico en "La Mora" a fin de dar cuenta de un "bichito".-
Estimado Victor Manuel, GRACIAS POR TU AMISTAD.-

HE AQUÍ, MEDIANTE LA PRESENTACIÓN QUE INCONTROVERTIBLEMENTE MERECEN, "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

ALGUNAS PREFERENCIAS DE "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

HISTORIA DEL BRINDIS.-

Según el diccionario de la Real Academia Española el término brindis significa: (Del aleman "bring dir's", yo te lo ofrezco).
1. Acción de brindar con vino o licor.
2. Palabras que se dicen al brindar.
El origen del término se remonta al siglo XVI, y tiene como motivo la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre su oponente.
Según relatan los historiadores, el lunes 6 de Mayo de 1.527, las tropas de Carlos V toman de forma victoriosa Roma y la saquean. El saqueo fue algo imprevisto. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador, convencerá a su interlocutor, el Arcediano del Viso, testigo del saqueo, de que el Emperador ninguna culpa tuvo en ello y de cómo Dios lo permitió por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase anteriormente citada: "bring dir's", yo te lo ofrezco. Este hecho, ha dado lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Pero como en todas las historias, hay otras versiones que adelantan mucho más, en el tiempo, los orígenes de los brindis.
Estos lo sitúan en tiempos de los griegos, y tiene que ver con la muestra de confianza que el anfitrión ofrecía a sus invitados. En los grandes banquetes y convites que los más pudientes organizaban para su deleite o en honor de alguien, los criados servían en las copas a todos los invitados y el anfitrión alzaba su copa y tomaba un trago, como señal de que aquella bebida era buena y no tenía veneno alguno. Por aquel entonces, la mejor forma de eliminar a los enemigos era envevenar la bebida.
En todo brindis se plantea la cuestión sobre chocar o no las copas. Aunque es suficiente con hacer el gesto hacia el resto de los comensales, alzando levemente la copa, hay muchas veces que nos gusta el choque de nuestras copas con la de los vecinos de mesa. Lo más correcto es no hacerlo.
Pero chocar las copas también tiene su origen. Uno de los más avalados por la historia, es que el choque de las copas tenía la función de "salpicar" y mezclar el contenido de ambas copas, sobre todo entre los monarcas y los nobles, que utilizaban estos métodos para eliminar rivales, para demostrar que no se ofrecía ningún tipo de bebida envenenada. Así, si cualquiera de ambas bebidas contenía veneno, este quedaría repartido en ambas copas. Como vemos, entra de nuevo en juego una cuestión de confianza y muestra de amistad en el rito de chocar las copas.
Otra de las versiones, indica como origen las sociedades romana y griega, donde eran habituales los grandes banquetes y fiestas. Era tal la magnitud de aquellas fiestas, que los comensales solían levantar y golpear sus copas para llamar la atención de los sirvientes y para que les sirvieran de nuevo más bebida.
Esta costumbre pasó al brindis, con que se golpeaban las copas para llamar la atención del resto de comensales para hacer el brindis.
Es costumbre también a la hora de brindar decir alguna palabra o expresión como salud, cheers, proischt, saude, salute, santé, etc.

HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

Corrían los primeros años de la década del 90, cuando un grupo de amigos, residentes en San Antonio de Padua, Partido de Merlo, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, al finalizar un torneo de "paddle tennis", decidieron organizar un asado.
Por cierto, como verán, el asado resultaría inolvidable.
Fue durante los postres cuando alguien formuló una pregunta:
¿Qué pasaría si, tal como está sucediendo, las vacas, que son aproximadamente cincuenta y dos millones, se siguen reproduciendo más rápido que el crecimiento de la sociedad argentina que, a la fecha, no supera los veintisiete millones de habitantes?
Muchas fueron las respuestas, advirtiéndose que el consumo de vino se hacía notar.
Así, otro reflexionó ¡Ustedes hablan de las vacas y nada dicen de los corderos, los cabritos, los lechones, los pollos, los pavos, y todo lo que anda por ahi! ¡El problema será mucho más grave, y mucho antes, de lo que Uds. vaticinan!
¡Atención viejo, y los peces, los mariscos, todo lo del mar! espetó otro.
¡Estamos en peligro, lo único que queda es comerlos! dijo el que, quizás, menos había hablado hasta el momento.
De allí, hasta la propuesta y acuerdo de organizarse y acometer la tarea, pasaron escasos minutos.
¡Debemos empezar cuanto antes! dijo uno.
¡Mañana sabado! contestó otro.
Bien, he allí, aunque cueste creerlo, el evento que excitó la conformación de la Asociación "Los enemigos de la vaca", denominación que fue asignada porque la primer tarea fue "dar cuenta" de un costillar vacuno.