10 julio 2010

¡¡¡LA COSA FUE ASÍ!!!

Nuestro decano, Don Horacio Riselli - ver fotografía precedente -, decidió organizar un asado a fin de agazajar a los muchachos que, desde hace unos meses, trabajan en una obra en construcción de su propiedad. Consecuentemente, tomó dos decisiones que pueden señalarse fundamentales : La primera, conseguir un par de lechones de alta calidad, un vacío con igual cualidad y unos chorizos especiales y, la segunda, lograr que sea Don Juan Asador Magistral, quien lleve a cabo la tarea de asarlos.
Así las cosas, siendo las 08,00 horas del día de hoy - sabado 10 de julio de 2010 -, procedimos a encender el fuego.
Contemporáneamente, cortamos las cabezas y las patitas - no porque no las fueramos a comer, sino porque uno de los llamados a ser agazajados, las pidió - y, acto seguido...
preparamos las parrillas.-
De inmediato, colocamos "los bichitos" sobre ellas y comenzamos el operativo asado.-
¡¡¡Que linda vista!!! ¿Comparte la apreciación?
Bueno, como es de dominio público, Don Juan Asador Magistral, tapa al "enemigo" cuando asa.-
Cuando más o menos había transcurrido una hora, el responsable máximo tiró sobre la parrilla el vacío y los chorizos.-
El responsable de la obra - uno de los agazajados -, además de llegar temprano para fiscalizar el operativo, "le contaba las costillas" a Don Juan Asador Magistral. ¿Vieron la cara del tipo? ¡¡¡Muestra cabalmente cuál fue su actitud a lo largo de la jornada!!!
Así se veía todo promediando la mañana.-
Fue así que, Don Horacio Riselli, quien hasta el momento no se había agitado mucho, comenzó a trabajar; se encargó de los pimientos.-
Cercano al mediodía, Don Juan Asador Magistral, dió vuelta "la mercadería".-
Puede verse, en la fotografía siguiente, la obra de Don Horacio - ¡¡¡sabrosísimo!!! -.-
También puede verse, en su etapa previa, la ensalada - verde -.-
En la fotografía siguiente, uno de los "lechonchitos" con el pertinente "chimichurri" y, ...
en la siguiente, el otro. Además...
en la fotografía subsiguiente, el vacío y los chorizos.-
Mientras, los combatientes se aprestaban a entrar en combate.-
Don Horacio Riselli con dos de los invitados - Capocasa y Bazzi -.-
Parte de la ensalada verde,...
rabanitos rayados,...
tomates,...
más ensalada verde,...
y más ensalada de tomates.-
Mientras, los "bichitos" ya estaban en aptitud de "perder".-
Como se ve, el vacío y los chorizos también.-
Así fue que, los primeros en ser abordados fueron los chorizos,...
e inmediatamente después, el vacío.-
Vean las "caruchas" de los invitados.-
Finalmente, desfiló, acompañado por el entusiasmo de los presentes, la mitad del primero de los "lechonchitos",...
después, la otra mitad, más tarde, la mitad del segundo y, finalmente, la parte restante del segundo; más tarde, helados, "champagnito", café, agradecimientos a los agazajados y, finalmente, el consabido ¡¡¡Será hasta la próxima!!!

HE AQUÍ, MEDIANTE LA PRESENTACIÓN QUE INCONTROVERTIBLEMENTE MERECEN, "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

ALGUNAS PREFERENCIAS DE "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

HISTORIA DEL BRINDIS.-

Según el diccionario de la Real Academia Española el término brindis significa: (Del aleman "bring dir's", yo te lo ofrezco).
1. Acción de brindar con vino o licor.
2. Palabras que se dicen al brindar.
El origen del término se remonta al siglo XVI, y tiene como motivo la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre su oponente.
Según relatan los historiadores, el lunes 6 de Mayo de 1.527, las tropas de Carlos V toman de forma victoriosa Roma y la saquean. El saqueo fue algo imprevisto. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador, convencerá a su interlocutor, el Arcediano del Viso, testigo del saqueo, de que el Emperador ninguna culpa tuvo en ello y de cómo Dios lo permitió por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase anteriormente citada: "bring dir's", yo te lo ofrezco. Este hecho, ha dado lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Pero como en todas las historias, hay otras versiones que adelantan mucho más, en el tiempo, los orígenes de los brindis.
Estos lo sitúan en tiempos de los griegos, y tiene que ver con la muestra de confianza que el anfitrión ofrecía a sus invitados. En los grandes banquetes y convites que los más pudientes organizaban para su deleite o en honor de alguien, los criados servían en las copas a todos los invitados y el anfitrión alzaba su copa y tomaba un trago, como señal de que aquella bebida era buena y no tenía veneno alguno. Por aquel entonces, la mejor forma de eliminar a los enemigos era envevenar la bebida.
En todo brindis se plantea la cuestión sobre chocar o no las copas. Aunque es suficiente con hacer el gesto hacia el resto de los comensales, alzando levemente la copa, hay muchas veces que nos gusta el choque de nuestras copas con la de los vecinos de mesa. Lo más correcto es no hacerlo.
Pero chocar las copas también tiene su origen. Uno de los más avalados por la historia, es que el choque de las copas tenía la función de "salpicar" y mezclar el contenido de ambas copas, sobre todo entre los monarcas y los nobles, que utilizaban estos métodos para eliminar rivales, para demostrar que no se ofrecía ningún tipo de bebida envenenada. Así, si cualquiera de ambas bebidas contenía veneno, este quedaría repartido en ambas copas. Como vemos, entra de nuevo en juego una cuestión de confianza y muestra de amistad en el rito de chocar las copas.
Otra de las versiones, indica como origen las sociedades romana y griega, donde eran habituales los grandes banquetes y fiestas. Era tal la magnitud de aquellas fiestas, que los comensales solían levantar y golpear sus copas para llamar la atención de los sirvientes y para que les sirvieran de nuevo más bebida.
Esta costumbre pasó al brindis, con que se golpeaban las copas para llamar la atención del resto de comensales para hacer el brindis.
Es costumbre también a la hora de brindar decir alguna palabra o expresión como salud, cheers, proischt, saude, salute, santé, etc.

HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

Corrían los primeros años de la década del 90, cuando un grupo de amigos, residentes en San Antonio de Padua, Partido de Merlo, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, al finalizar un torneo de "paddle tennis", decidieron organizar un asado.
Por cierto, como verán, el asado resultaría inolvidable.
Fue durante los postres cuando alguien formuló una pregunta:
¿Qué pasaría si, tal como está sucediendo, las vacas, que son aproximadamente cincuenta y dos millones, se siguen reproduciendo más rápido que el crecimiento de la sociedad argentina que, a la fecha, no supera los veintisiete millones de habitantes?
Muchas fueron las respuestas, advirtiéndose que el consumo de vino se hacía notar.
Así, otro reflexionó ¡Ustedes hablan de las vacas y nada dicen de los corderos, los cabritos, los lechones, los pollos, los pavos, y todo lo que anda por ahi! ¡El problema será mucho más grave, y mucho antes, de lo que Uds. vaticinan!
¡Atención viejo, y los peces, los mariscos, todo lo del mar! espetó otro.
¡Estamos en peligro, lo único que queda es comerlos! dijo el que, quizás, menos había hablado hasta el momento.
De allí, hasta la propuesta y acuerdo de organizarse y acometer la tarea, pasaron escasos minutos.
¡Debemos empezar cuanto antes! dijo uno.
¡Mañana sabado! contestó otro.
Bien, he allí, aunque cueste creerlo, el evento que excitó la conformación de la Asociación "Los enemigos de la vaca", denominación que fue asignada porque la primer tarea fue "dar cuenta" de un costillar vacuno.