03 marzo 2010

¡¡¡AHHH!!! ¡¡¡BUENO!!! ESTO SE ESTA DESVIRTUANDO.-

Se impone a la opinión pública que, los integrantes de la Asociación "Los Enemigos de la Vaca", han decidido pasar tres días de esparcimiento y, obviamente, prevalentemente gastronómicos, en la Laguna de Lobos, Provincia de Buenos Aires.
Se abundará previamente, y con posterioridad, sobre el particular.-

CRÓNICA DEL ACHURAZO.-

Siendo las 18,00 horas aproximadamente, del día de ayer, tal como estaba previsto, nos encontramos en "La Mora" a fin de dar cuenta de unas exquisitas achuras.
Así las cosas, encendimos el fuego y cargamos la parrilla con chorizos, chinchulines, mollejas, tripa gorda, centro de chinchulines, vacío y un trozo de chivito.
En oportunidad, le agregamos las brasas.
Contemporáneamente, uno de los presentes, elaboró una de las ensaladas (lechuga, tomate, cebolla).
Otro de los presentes, elaboró una nueva ensalada (papa, huevo, romero).
A su tiempo, dimos vuelta lo cargado en la parrilla.
Mientras, algunos de los asistentes, licor del Dios Baco mediante, esperaban.
Poco tiempo después, la cosa se veía así (el jarro contiene manteca, jugo de limón y romero a fin de ser utilizado en el pincelado del chivito).
Aquí se ve como, Don Carlos Pagnota, precisamente, baña el chivito con el preparado antes mencionado.
¡Y se largó! Momento en que salen los chorizos.
Don Eduardo Bazzi también colabora con el bañado del chivito.
Habiéndo "viajado" los chorizos, la parrilla podía verse así.Salen los chinchulines y los riñones.
Salen las mollejas.
Vista de algunos de los presentes que, según puede advertirse, mal no la estaban pasando.
Salen las tripas gordas y la rueda de chinchulines.
Corte del vacío.
¡Ahh! ¡Bueno! ¡El chivito habla por si sólo!
Vista del chivito trozado.
Después, helado (surtido) y "champagnito".
Más tarde, la dificil tarea, asumida individualmente por la totalidad de los asistentes, de procurar eludir eventuales controles de alcoholemia.
Bien, hasta aquí lo acontecido.
Nuestros respetos.

EL HOBBY DE UN ENEMIGO DE LA VACA.-

Tiempo atrás pensamos en la posibilidad de divulgar una circunstancia que, en opinión de "Los Enemigos de la Vaca" se imponía.
Es que todos los integrantes de la entidad consideramos que Don Antonio Pascual Scinto, posee una relevante habilidad, a la vez que hobby, destacables.
Nos referimos a la fabricación de cuchillos artesanales.
Los hay de todos los gustos.
De todo tamaño.
Fabricado con los más disimiles materiales.
Destinados a diferentes empleos (cocinar, uso individual, etc.).
También ornamentales.
Con hoja dibujada.
Con empuñadura de asta de ciervo, de madera, de metal, de vainas de proyectiles, etc.
También, obviamente, Don Antonio se encarga de las vainas.
Se acabaron las palabras y mucho más si quien las tiene que escribir, no es ducho en la materia.
¡Imagine si cae en un asado con éste cuchillo las miradas que atraerá!.-
Éste, seguramente, motivará recurrentes preguntas.-
¿Éstos no?
¡¡¡Ahhh!!! Olvidaba que, Don Antonio, también les graba las iniciales de los destinatarios!!!.-
Perdon por lo errático de la cobertura; no se trata de tres preciosuras.-
¿Qué me cuenta de estos?
Resulta ocioso aclarar que, Don Juan Asador Magistral, nuestro eximio asador, se maneja con herramientas de fabricación de Don Antonio Scinto. Lo propio hacen los integrantes de la Asociación.

Estimados amigos:

Estas maravillas no estan a disposición exclusiva de "Los Enemigos de la Vaca". Los seguidores de la entidad pueden acceder a ellas.
En caso de estar interesado, podrá contactarse con Don Antonio Pascual Scinto mediante su TE (celular) 15 5709 0049) o, en su defecto, mediante su E mail (antonio.scinto@speedy.com.ar) y, previo decidir calidad de la hoja, material de la empuñadura y otros detalles, prepararse para tener un rol "destacadisimo" en el primer asado.

Saludos.-

HE AQUÍ, MEDIANTE LA PRESENTACIÓN QUE INCONTROVERTIBLEMENTE MERECEN, "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

ALGUNAS PREFERENCIAS DE "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

HISTORIA DEL BRINDIS.-

Según el diccionario de la Real Academia Española el término brindis significa: (Del aleman "bring dir's", yo te lo ofrezco).
1. Acción de brindar con vino o licor.
2. Palabras que se dicen al brindar.
El origen del término se remonta al siglo XVI, y tiene como motivo la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre su oponente.
Según relatan los historiadores, el lunes 6 de Mayo de 1.527, las tropas de Carlos V toman de forma victoriosa Roma y la saquean. El saqueo fue algo imprevisto. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador, convencerá a su interlocutor, el Arcediano del Viso, testigo del saqueo, de que el Emperador ninguna culpa tuvo en ello y de cómo Dios lo permitió por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase anteriormente citada: "bring dir's", yo te lo ofrezco. Este hecho, ha dado lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Pero como en todas las historias, hay otras versiones que adelantan mucho más, en el tiempo, los orígenes de los brindis.
Estos lo sitúan en tiempos de los griegos, y tiene que ver con la muestra de confianza que el anfitrión ofrecía a sus invitados. En los grandes banquetes y convites que los más pudientes organizaban para su deleite o en honor de alguien, los criados servían en las copas a todos los invitados y el anfitrión alzaba su copa y tomaba un trago, como señal de que aquella bebida era buena y no tenía veneno alguno. Por aquel entonces, la mejor forma de eliminar a los enemigos era envevenar la bebida.
En todo brindis se plantea la cuestión sobre chocar o no las copas. Aunque es suficiente con hacer el gesto hacia el resto de los comensales, alzando levemente la copa, hay muchas veces que nos gusta el choque de nuestras copas con la de los vecinos de mesa. Lo más correcto es no hacerlo.
Pero chocar las copas también tiene su origen. Uno de los más avalados por la historia, es que el choque de las copas tenía la función de "salpicar" y mezclar el contenido de ambas copas, sobre todo entre los monarcas y los nobles, que utilizaban estos métodos para eliminar rivales, para demostrar que no se ofrecía ningún tipo de bebida envenenada. Así, si cualquiera de ambas bebidas contenía veneno, este quedaría repartido en ambas copas. Como vemos, entra de nuevo en juego una cuestión de confianza y muestra de amistad en el rito de chocar las copas.
Otra de las versiones, indica como origen las sociedades romana y griega, donde eran habituales los grandes banquetes y fiestas. Era tal la magnitud de aquellas fiestas, que los comensales solían levantar y golpear sus copas para llamar la atención de los sirvientes y para que les sirvieran de nuevo más bebida.
Esta costumbre pasó al brindis, con que se golpeaban las copas para llamar la atención del resto de comensales para hacer el brindis.
Es costumbre también a la hora de brindar decir alguna palabra o expresión como salud, cheers, proischt, saude, salute, santé, etc.

HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-

Corrían los primeros años de la década del 90, cuando un grupo de amigos, residentes en San Antonio de Padua, Partido de Merlo, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, al finalizar un torneo de "paddle tennis", decidieron organizar un asado.
Por cierto, como verán, el asado resultaría inolvidable.
Fue durante los postres cuando alguien formuló una pregunta:
¿Qué pasaría si, tal como está sucediendo, las vacas, que son aproximadamente cincuenta y dos millones, se siguen reproduciendo más rápido que el crecimiento de la sociedad argentina que, a la fecha, no supera los veintisiete millones de habitantes?
Muchas fueron las respuestas, advirtiéndose que el consumo de vino se hacía notar.
Así, otro reflexionó ¡Ustedes hablan de las vacas y nada dicen de los corderos, los cabritos, los lechones, los pollos, los pavos, y todo lo que anda por ahi! ¡El problema será mucho más grave, y mucho antes, de lo que Uds. vaticinan!
¡Atención viejo, y los peces, los mariscos, todo lo del mar! espetó otro.
¡Estamos en peligro, lo único que queda es comerlos! dijo el que, quizás, menos había hablado hasta el momento.
De allí, hasta la propuesta y acuerdo de organizarse y acometer la tarea, pasaron escasos minutos.
¡Debemos empezar cuanto antes! dijo uno.
¡Mañana sabado! contestó otro.
Bien, he allí, aunque cueste creerlo, el evento que excitó la conformación de la Asociación "Los enemigos de la vaca", denominación que fue asignada porque la primer tarea fue "dar cuenta" de un costillar vacuno.