|
El domigo se presentaba nublado y frío; ello dio lugar a que la preocupación en orden a qué comer se manifestara tempranamente. Así las cosas, recordamos que teníamos un pollo de campo - 3,700 kilogramos -, por lo que decidimos que tallarines con estofado de pollo era el plato que se imponía.- |
|
¡No queremos ser reiterativos, pero, advirtió la calidad del pollo!.- |
|
Rápidamente trozado, terminó en la cacerola.- |
|
Cuando ya estaba "blanco", agregamos la cebolla, cebolla de verdeo, y pimientos rojos y verdes que, previamente, habíamos dorado.- |
|
Un rato después, agregamos un muy buen puré de tomates.- |
|
Previamente habíamos sacado un poco de liquido de la cacerola donde se cocinaba el pollo, a fin de lograr la base donde se harían los tallarines.- |
|
Esta fotografía evidencia, acabadamente, como avanzaba la cosa.- |
|
Los tallarines decían ¡¡¡Ya estamos!!! |
|
El pollo decía lo propio.- |
|
Esto no necesita comentarios.- |
|
Esto tampoco.- |
|
Siendo las 17,30 horas encendimos el fuego.- |
|
De inmediato, preparamos lo que, en minutos, tiraríamos sobre la parrilla.- |
|
Llegado el momento, lo tiramos sobre la parrilla.- |
|
Por supuesto no se hizo esperar el clásico huevo frito.- |
|
Tampoco faltó quien usara el pancito antes que el dueño.- |
|
Llegado el momento de dar vuelta lo que se encontraba sobre la parrilla, todo se veía así.- |
|
En esos momentos, los responsables de las ensaladas, comenzaron su labor.- |
|
He aquí una de las ensaladas.- |
|
He aquí, otra.- |
|
Por fin, llegó la oportunidad de servir los chorizos y las morcillas.- |
|
Acto seguido, la ocasión en que uno de los presentes, servía los chinchulines y los riñones.- |
|
Después, llegó el momento de servir la tapa de asado.- |
|
Por cierto, la tapa de asado tuvo una gran aceptación; al punto que, los insistentes llamados del fotógrafo, a fin de que miren la cámara, no dieron resultados satisfactorios.- |
|
Finalmente, el corte del asado de tira.- |
|
¡¡¡Y que asado de tira!!! Luego de ello, helado de postre y, finalmente, unas copitas de "champagnito".-
|
Aproximadamente a las 16,30 horas del jueves 7 de octubre de 2010, oportunidad en que llegó "Don Juan Asador Magistral" a "La Mora", las partes del jabalí - cuarto trasero, cuarto delantero y costillar - que asaríamos, ya estaban preparadas. Lo propio ocurría con los chorizos y las achuras - chinchulines y riñones -; el asado llegaría en instantes.- Consecuentemente, la primer acción fue encender el fuego y, cuando se habían logrado las primeras brasas, "tirar" el jabalí sobre la parrilla.- Al rato, después de asegurar el operativo jabalí - colocar dos ladrillos y, por sobre ellos, una asadera, a fin de lograr el efecto horno -, tiramos el resto de la carne y las achuras.- Sorpresivamente, claro, después de que algunos comenzaran con la picada, otro acometió la tarea de hacer algunos huevos fritos.- Al dar vuelta el jabalí y los otros componentes del asado, todo se veía así.-El costillar del jabalí, por ejemplo, se presentaba de esta manera.- Los cuartos, así.- Mientras avanzaba el asado de las carnes, avanzaban, también, las ensaladas.- Así, se llegó al momento de "comenzar a combatir".- Antes de ello, vean lo que era el costillar ... y como se veían los cuartos del jabalí.- Bien, la ensalada de lechuga y tomate,... la de rabanitos y, finalmente,... la de rúcula.- Ahora, conozcan a los "combatientes" desde un extremo de la mesa,...y desde el otro.- Superadas las achuras, llegó el momento del asado.- ¿Percibieron a dónde estan dirigidas las miradas? ¡¡¡Son insaciables!!! Al rato, la llegada de la salsa criolla indicaba la inmediatez del arribo del jabalí.- Primero, el costillar.- Luego, la paleta.- Finalmente, el jamón, de un lado,... y del otro lado.- El corte permite apreciar, acabadamente, como asa Don Juan Asador Magistral - si lo ve, no omita felicitarlo -.- ¡¡¡Que vista!!! Por último, "una tortita" y, por cierto, el infaltable digestivo - "el champagnito" -.- Bien, pasamos al descanso y, en breve, nos alistamos para una nueva batalla.-
HISTORIA DEL BRINDIS.-
Según el diccionario de la Real Academia Española el término brindis significa: (Del aleman "bring dir's", yo te lo ofrezco).
1. Acción de brindar con vino o licor.
2. Palabras que se dicen al brindar.
El origen del término se remonta al siglo XVI, y tiene como motivo la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre su oponente.
Según relatan los historiadores, el lunes 6 de Mayo de 1.527, las tropas de Carlos V toman de forma victoriosa Roma y la saquean. El saqueo fue algo imprevisto. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador, convencerá a su interlocutor, el Arcediano del Viso, testigo del saqueo, de que el Emperador ninguna culpa tuvo en ello y de cómo Dios lo permitió por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase anteriormente citada: "bring dir's", yo te lo ofrezco. Este hecho, ha dado lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Pero como en todas las historias, hay otras versiones que adelantan mucho más, en el tiempo, los orígenes de los brindis.
Estos lo sitúan en tiempos de los griegos, y tiene que ver con la muestra de confianza que el anfitrión ofrecía a sus invitados. En los grandes banquetes y convites que los más pudientes organizaban para su deleite o en honor de alguien, los criados servían en las copas a todos los invitados y el anfitrión alzaba su copa y tomaba un trago, como señal de que aquella bebida era buena y no tenía veneno alguno. Por aquel entonces, la mejor forma de eliminar a los enemigos era envevenar la bebida.
En todo brindis se plantea la cuestión sobre chocar o no las copas. Aunque es suficiente con hacer el gesto hacia el resto de los comensales, alzando levemente la copa, hay muchas veces que nos gusta el choque de nuestras copas con la de los vecinos de mesa. Lo más correcto es no hacerlo.
Pero chocar las copas también tiene su origen. Uno de los más avalados por la historia, es que el choque de las copas tenía la función de "salpicar" y mezclar el contenido de ambas copas, sobre todo entre los monarcas y los nobles, que utilizaban estos métodos para eliminar rivales, para demostrar que no se ofrecía ningún tipo de bebida envenenada. Así, si cualquiera de ambas bebidas contenía veneno, este quedaría repartido en ambas copas. Como vemos, entra de nuevo en juego una cuestión de confianza y muestra de amistad en el rito de chocar las copas.
Otra de las versiones, indica como origen las sociedades romana y griega, donde eran habituales los grandes banquetes y fiestas. Era tal la magnitud de aquellas fiestas, que los comensales solían levantar y golpear sus copas para llamar la atención de los sirvientes y para que les sirvieran de nuevo más bebida.
Esta costumbre pasó al brindis, con que se golpeaban las copas para llamar la atención del resto de comensales para hacer el brindis.
Es costumbre también a la hora de brindar decir alguna palabra o expresión como salud, cheers, proischt, saude, salute, santé, etc.
HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN "LOS ENEMIGOS DE LA VACA".-
Corrían los primeros años de la década del 90, cuando un grupo de amigos, residentes en San Antonio de Padua, Partido de Merlo, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, al finalizar un torneo de "paddle tennis", decidieron organizar un asado.
Por cierto, como verán, el asado resultaría inolvidable.
Fue durante los postres cuando alguien formuló una pregunta: ¿Qué pasaría si, tal como está sucediendo, las vacas, que son aproximadamente cincuenta y dos millones, se siguen reproduciendo más rápido que el crecimiento de la sociedad argentina que, a la fecha, no supera los veintisiete millones de habitantes?
Muchas fueron las respuestas, advirtiéndose que el consumo de vino se hacía notar.
Así, otro reflexionó ¡Ustedes hablan de las vacas y nada dicen de los corderos, los cabritos, los lechones, los pollos, los pavos, y todo lo que anda por ahi! ¡El problema será mucho más grave, y mucho antes, de lo que Uds. vaticinan!
¡Atención viejo, y los peces, los mariscos, todo lo del mar! espetó otro.
¡Estamos en peligro, lo único que queda es comerlos! dijo el que, quizás, menos había hablado hasta el momento.
De allí, hasta la propuesta y acuerdo de organizarse y acometer la tarea, pasaron escasos minutos.
¡Debemos empezar cuanto antes! dijo uno.
¡Mañana sabado! contestó otro.
Bien, he allí, aunque cueste creerlo, el evento que excitó la conformación de la Asociación "Los enemigos de la vaca", denominación que fue asignada porque la primer tarea fue "dar cuenta" de un costillar vacuno.